Ayer, nuestra profe de Música y Educación Física, Carol, nos trajo un regalazo para nuestros paladares.
Ella es de León y ha tenido que estar allí dos semanas. Al regresar, nos ha traído un chorizo, pan de pueblo y una bandeja de cecina.
Nos hemos puesto las botas, todos menos nuestro chiquitín Edgar, que no es muy amigo del embutido.
No sé si sabéis (algunos seguro que sí) que mi padre es de un pueblo de León, así que yo también tengo sangre cazurra, y poder saborear, oler y sentir ese embutido en mi boca, me lleva allí, donde tantos buenos ratos he pasado y seguro seguiré pasando.
Así que os dejo algunas fotos del fantástico festín que nos metimos entre pecho y espalda.
¡Así cualquiera trabaja eh?!
Saludos a todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario